viernes, 22 de abril de 2011

EL DIA EN QUE EL AMOR INUNDÓ EL PLANETA

   Mirando la cruz no quedan muchas palabras por decir. Anoche Cristo se hizo Pan y Vino para nuestra vida, hoy entrega su vida por la nuestra y brilla como luz ante tanta tiniebla que envolvió ese momento. Y nos pide que hagamos lo mismo con nuestros hermanos: que nuestra vida sea alimento y sacrificio para quienes nos vean. Llamarlos hermanos y dar la vida por ellos así como Él nos dió el ejemplo.

  San Pablo de la Cruz decía dos frases muy acertadas sobre el crucificado: Que la pasión de Jesús es el regalo más grande del amor de Dios y que  el olvido de la misma es la causa de los males de su tiempo (PERO YO AGREGARÍA QUE ES LA CAUSA DE LOS MALES DE TODOS LOS TIEMPOS) Alzando la mirada hacia el crucificado pienso en los sufrimientos de hoy día: nuestros damnificados venezolanos, las víctimas de la guerra en Libia, los destrozos del tsunami de Japón, los muertos recién encontrados en fosas comunes en México, Los cristianos perseguidos en medio oriente, los asesinos y víctimas de Caracas... la verdad es que son muchas cruces y todas en las mismas condiciones que Jesús hace casi 2000 años. Por eso, cuando vallas a visitar a Jesús sacramentado en los siete templos medita un poco en la pasión de estos hermanos que la sufren en carne propia Y QUE SU PASIÓN, QUE ES TAMBIÉN LA DE CRISTO SE QUEDE GRABADA EN TODOS NUESTROS CORAZONES!!!

miércoles, 20 de abril de 2011

EL NAZARENO ME DIJO QUE CUIDARÁ MIS AMIGOS



   Hoy es un dia especial en Caracas. Desde hace aproximadamente cuatro siglos Caracas agradece al Nazareno de San Pablo la curación de la peste que azotó nuestra ciudad. Es realmente increíble cómo nos sentimos identificados con la figura de Jesús camino al calvario. Se parece a nosotros: pobre, con un peso a cuestas, descalzo... en nuestro barrio lo sentimos como un compañero que entiende nuestras cargas e incluso nos las alivia.

 La cruz tiene muchos colores y tamaños: desempleo, divorcio, ser damnificado, tener un familiar asesinado... por ello no sólo pedimos salud al nazareno sino fortaleza y valor, así como Él lo hace.  Lo que le da significado al sufrimiento es la esperanza de que podemos cambiar las situaciones de muerte para resucitar nuestra vida en Jesús. Hoy nos acercamos con humildad ante el varón de dolores para aprender de su amor y esperando la luz de la resurrección.

viernes, 15 de abril de 2011

DOLOROSA, DE PIE JUNTO A LA CRUZ

   Aunque la Semana Santa comienza el Domingo de Ramos, la Iglesia propone el viernes y sábado anteriores como fechas propias al perdón y reconciliación previas a los días santos. El día de hoy es conocido popularmente como viernes de concilio o de dolores. En el hacemos especial memoria de la Virgen María en los momentos de la pasión.  Como bien sabemos, Jesús nos entregó a María como madre nuestra en el momento de su agonía y así como sufrió la muerte de Jesús en la cruz hoy sigue sufriendo los dolores de sus hijos, nosotros, en nuestros dolores y necesidades.
  En muchas ocasiones nos hacemos una idea alejada de María. Sin embargo, al entregárnosla Jesús es tan cercana a nosotros como nuestra mamá en la tierra; incluso de manera muy especial para quienes han perdido a su madre terrestre. Comparto con ustedes una canción antigua que habla del dolor de María ante la cruz que cargamos sus hijos en latinoamerica.


Dolorosa de pie junto a la cruz,
tú conoces nuestras penas,
penas de un pueblo que sufre,
tú conoces nuestras penas
penas de un pueblo que sufre!...

Dolor de los cuerpos que sufren enfermos.....
el hambre de gentes que no tiene pan,
silencio de aquellos que callan por miedo
la pena del triste que está en soledad.

El drama del hombre que fue marginado,
tragedia de niños que ignoran reír,
la burda comedia de huecas promesas,
la farsa de muertos que deben vivir.

Dolor en los hombros sin tregua oprimidos,
cansancio de brazos que luchan sin fin,
cerebros lavados a base de slogans,
el rictus amargo del pobre infeliz.

El llanto de aquellos que suman fracasos,
la cruz del soldado que mata el amor,
pobreza de muchos sin libro en las manos,
derechos del hombre truncados en flor.

domingo, 10 de abril de 2011

NO TE ANGUSTIES, TU HERMANO VOLVERÁ A VIVIR



Por varios motivos no pude publicar contenido en el blog durante esta semana; sin embargo hoy vuelvo a la carga. Los Evangelios narrados durante la cuaresma nos ponen frente a diferentes ambientes acompañados de una situación bien definida. Pasamos por el desierto, la montaña, el pozo de agua y la piscina de Siloé. El ambiente de hoy nos enfrenta a la muerte en su figura más temida: la tumba o sepultura.

Cuando un familiar o amigo nuestro muere, el primer sentimiento que aflora es el dolor. No es coincidencia que nos referimos a la muerte como la “pérdida de un ser querido” Lloramos. Sufrimos. Nos preguntamos porqué tuvo que pasar, porqué a nosotros. Este es el fin... La primera impresión ante la muerte es siempre oscura y tenebrosa. Seamos sinceros. Todos los seres humanos temen a la muerte y daríamos cualquier cosa para evitarla o desterrarla.

Tal como en el segundo domingo de cuaresma, Jesús vuelve a calmar nuestro miedo a la muerte. Esta vez nos muestra que la muerte no tiene la última palabra. Con la resurrección de Lázaro nos invita a confiar en Él que es capaz de destruir la muerte y dar vida eterna. Es muy importante este anticipo a su propia resurrección porque le queda muy poco tiempo antes de tener que enfrentarla en su propia carne.

En cuanto a nosotros, este domingo cumplimos cinco semanas de desierto. Ya falta poco para entrar a Jerusalén y vivir junto a Jesús la Pascua. Todas aquellas cosas que prometimos mejorar en la cuaresma son también el esfuerzo por desterrar las situaciones de muerte que nos impiden vivir como hijos de Dios. En resumen, Jesús nos pide salir de nuestras tumbas (egoísmo, ira, gula, venganza, etc)y gozar de la luz de su resurrección.

Para terminar, es normal llorar ante la muerte y las situaciones que nos entristecen. Pero la esperanza de la resurrección nos da fuerzas para vivir y la certeza de que algún día todo ese llanto será historia...