Acabamos de terminar el canaval con sus disfraces, alegría y comparsas. Sin embargo, a partir de este miércoles es hora de quitarnos las caretas. Comienza el tiempo de cuaresma: sólo faltan 40 días para la Semana Santa y la Iglesia nos pide preparar nuestro cuerpo y alma para celebrarla a plenitud. Podemos comparar la cuaresma con el entrenamiento que hacemos antes de competir en un deporte o en un proyecto muy importante: practicamos, nos esmeramos, deseamos que todo salga bien el gran día y que todos vean que valió la pena los esfuerzos previos.
En estos cuarenta días debemos preparar nuestro espíritu para la celebración de la pascua. No se trata sólo de ir detrás del nazareno o cargar una botella de agua el sábado de gloria. Se trata de vivir el paso de la muerte a la vida nueva de nuestro Señor. También es un buen momento para reflexionar en qué fallamos personalmente, en nuestra vida familiar y en nuestra vida cristiana y hacer algunos ejercicios que nos ayuden a mejorar. En este tiempo el sacramento de la reconciliación o confesión gana mucha importancia para reconciliaros con nuestros hermanos y con Dios. En resumen: reflexiona, ora, confiesate, comulga, reconcíliate y vive la pascua. Así nosotros también dejaremos de ser victimas de la muerte y empezaremos a ser constructores de vida.
En la capilla tendremos la misa a las 5:30 pm, los esperamos.
Bien carlos, buena reflexión! así es, hay que ser claros e ir a lo fundamental.
ResponderEliminar(Roberto)